Bien lo dijo el estadounidense Mardy Fish, una vez finalizó la confrontación frente a Colombia por el repechaje al Grupo Mundial el pasado fin de semana: "Me parece muy interesante el juego de Farah (Robert). Creo que tiene gran potencial y llegará lejos".
La raqueta colombiana logró lo que a muchos les ha costado casi su vida deportiva.
"Es un trabajo que me propuse desde la Universidad, que sabía que podía hacer. He tomado partido por partido sin fijarme ninguna meta, sólo me concentro y respiro profundamente en cada juego. Recibo cada punto como si fuera el primero, y así logro manejar la ansiedad que me da ganar", señaló.
Farah, una de las figuras de la Copa Petrobrás y quien se medirá al sudafricano Izak Van Der Merw, por la primera ronda del torneo que se juega en el Club Los Lagartos, de Bogotá, no se pone ninguna clase de retos en su carrera.
"Estoy cuarto en Colombia y tengo este año para seguir subiendo. Estoy jugando muy bien, tengo mucho potencial y, sobre todo, la confianza para llegar muy lejos", señaló.
Aunque padece de un esguince en su tobillo derecho, desde que salió de la universidad en EE. UU., este no ha sido impedimento para que logre sus objetivos. "La parte mental es en lo que más he progresado, en lo qué más he trabajado y sigo trabajándola, porque ya me di cuenta de que el tenis lo tengo", dijo.
ANDRÉS BOTERO B.
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REDACCIÓN DE DEPORTES
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