Son el corazón del poético juego del Barcelona y dos de ellos son campeones del mundo.
Una desagradable filtración permitió a La Gazzetta dello Sport, de Milán, dar el domingo en portada la primicia de que los barcelonistas Xavi, Iniesta y Messi serían los ternados para el Balón de Oro 2010, que por primera vez unificará al premio de la revista France Football (fundadora del magnífico galardón en 1956) con el de la FIFA.
Así, el anuncio que dieron ayer (lunes) por la mañana las dos entidades organizadoras perdió frescura. Y seriedad. Eso sí, el sinsabor de la indiscreción fue redimido por la oficialización de los tres nombres finalistas: los tres son futbolistas excepcionales, han tenido un año fulgurante y enarbolan un estilo que es la sublimación del fútbol, la defensa más ardorosa del aporte de los aficionados: el juego vistoso, ofensivo y contundente.
Tremendo honor para el Fútbol Club Barcelona, altamente merecido, por cierto. Tres joyas de su prolífico vientre nominados al premio máximo de este deporte.
La Gazzetta fue más allá: informó que Iniesta ganaría el oro, Xavi la plata y Messi el bronce. Ahora habrá que esperar al 10 de enero para comprobar si también en esto tenía el dato preciso. Si así resultara, sería un fracaso la gala en la que se coronará al ganador. FIFA y France Football deberían revisar muy bien en quién depositan la confidencialidad de los resultados de la votación. El atractivo del premio y del evento es justamente el hermetismo, la expectativa, la incertidumbre.
El año anterior estaba cantado que ganaría Messi, por su maravillosa temporada, pero aún así reinó el secreto hasta el final. Ahora es diferente, los tres han hecho méritos grandes.
El gol de la victoria en la final del Mundial es un argumento de enorme peso a la hora de votar, sin duda. Además, Andrés Iniesta es un talento inmenso que no puede ser reducido sólo a eso. Su aspecto de oficinista (sólo le falta jugar con camisa blanca y corbata finita a rayas) encierra un jugador colosal, travieso casi, de enorme convicción, de pases-gol como cuchilladas al corazón del área y con goles providenciales (¡aquel al Chelsea en semifinales que valió casi la Copa de Europa...! ¡El gol a Paraguay en el Mundial cuando parecía que España se doraba en el horno de la eliminación...! ¡El justiciero tanto a la áspera Holanda, un lobo disfrazado de Caperucita Roja...!) Si lo gana, habrá que aplaudir de pie.
Xavi no marca goles, su nombre aparece más pequeño en las marquesinas, más bien semeja un trabajador que llega al Camp Nou con un bolsito. Pero no es el pintor ni el plomero: es quien lleva las riendas del club en el camino a la gloria. Como le decía Alfredo Di Stéfano a Sara, su mujer, cuando partía para el entrenamiento en el Bernabéu (¡Vieja, salgo para la fábrica...!), Xavi debe decirle a su esposa: "Querida, me voy a trabajar". Es la genialidad disimulada en un envase de sencillez. El Barcelona oscila entre el 65 y el 75% de posesión de pelota en todos los encuentros. Pero el que domina, en realidad es Xavi. Sergio Batista, entrenador argentino, ha dejado una frase notable: "Él es quien decide cómo se juega el partido". Tal cual. Es el sagaz titiritero del mejor equipo del mundo (tal vez de la historia). No podría haber justicia mayor que otorgarle el oro.
Lionel Messi es el jugador más hábil, el más veloz y el más goleador de nuestra época. A ello le añade sus bellísimos pases (es primero en la tabla de asistencias de la liga española) y sus quites de pelota. Sí, aunque parezca insólito para una estrella del gol, roba de tres a cinco balones por partido (muchas veces supera al excelente Sergio Busquets en este rubro). Y cuando roba, hay pánico en el parque... Porque gira a toda velocidad y sale despedido hacia el arco rival. Negarle el Balón de Oro por la actuación argentina en el Mundial sería cruel. Messi fue lejos el mejor jugador albiceleste. Y hay un elemento más: la distinción se entrega a quien es el mejor futbolista del mundo o a quien ha tenido la mejor temporada. En ambos rubros, Messi roba. Lo puede hacer ganar el voto de los futbolistas. Todos lo admiran por las cosas que es capaz de hacer.
Cualquiera que se imponga estará bien. Messi ya ganó un Balón de Oro y puede lograr varios más. Iniesta quizás tenga otra ocasión... Si de este cronista dependiera, Xavi ya tendría una mano sobre el trofeo...
JORGE BARRAZA- PARA EL TIEMPO
JORGE BARRAZA- PARA EL TIEMPO
F eltiempo.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario