Colombia ha sufrido, por años, de mala memoria deportiva y de un penoso desconocimiento del béisbol.
El colombiano medio es muy emotivo y olvida fácil: celebra de manera desbordada sus triunfos, sin mesura ni calcular consecuencias. Tal vez ya nadie recuerda que la victoria deportiva de mayor festejo en toda la historia del país, el 5-0 sobre Argentina en Buenos Aires de la Selección de fútbol en las eliminatorias mundiales a Estados Unidos, cobró un poco más de medio centenar de muertos aquel domingo 5 de septiembre de 1993.
¡Ah!, y confunde la popularidad con la eficiencia. Al arquero René Higuita, responsable en buen porcentaje de la eliminación en el Mundial de Italia-90, por querer driblar al veterano camerunés Milla, se lo premió en un concurso por una cadena radial como el mejor jugador colombiano del torneo.
Pero si el colombiano medio es así, en muchos casos el periodismo es igual. Y hablemos del deportivo, que años atrás se batía en una lucha de regiones hasta insultante, más que de razones, para elegir al Deportista del Año. Recuerdo que en 1981 el país se polarizó entre quien debía ser el premiado: si el atleta bogotano Víctor Mora, campeón de la carrera callejera de San Silvestre (en Brasil), y el boxeador cartagenero Miguel Maturana, oro como peso gallo en el mundial de mayores en Montreal (Canadá), quien previamente había sido proclamado como 'Mejor deportista de Latinoamérica' por la agencia cubana de noticia, Prensa Latina.
Cuando Juan Pablo Montoya ganó la categoría Cart hubo un maestro del periodismo -maestro de verdad-, que emocionado tituló en un diario que era el mejor automovilista del mundo. Y tiempo después, al evaluar con periodistas conocedores de disciplinas específicas sobre quién era el mejor de una temporada, pidiendo calificación de 1 a 10, un editor deportivo del mismo diario aumentó en un punto la del corredor y disminuyó en dos las de un beisbolista para que Montoya resultara ganador. Su argumento fue simple: "un bogotano tenía que ganar".
Pambelé, el mejor del siglo XX
Al terminar el siglo pasado y llegar la hora de las evaluaciones, EL TIEMPO resaltó en sus Lecturas Dominicales los logros de los personajes más importantes del país e incluyó a Antonio Cervantes, el popular 'Kid Pambelé', el glorioso campeón mundial de boxeo del peso welter junior. Pero el connotado escritor y periodista autor de la nota se dedicó a señalar la vida desordenada del palenquero como si esos fueran sus atributos para ser uno de los elegidos.
Por esos días, en medio de uno de sus acostumbrados escándalos públicos, Cervantes resultó elegido como el deportista del siglo por el otro diario de circulación nacional. Pero su director, hijo de un ex presidente de la República, decidió entregarle el primer lugar al ciclista Martín 'Cochise' Rodríguez con el argumento interno de que un drogadicto no podía ser premiado como el mejor porque no era ejemplo para la juventud. Días después, empero, en sus propias páginas destacaba que el futbolista Diego Maradona, confeso drogadicto, era el 'Atleta del siglo'en Argentina.
Aunque el año pasado la desaparecida revista Cambio, de esta misma Casa Editorial EL TIEMPO, hizo una consulta y Juan Pablo Montoya ganó como el mejor deportista colombiano de todos los tiempos -pienso que no tiene méritos para estar entre los cinco primeros porque es superado por Helmut Bellingrodt, 'Cochise', Luis Herrera y María Isabel Urrutia-, no había discusión alguna que hasta ese momento el número uno era 'Kid Pambelé'. Ya EL TIEMPO lo había exaltado como tal al finalizar el siglo, con el título: 'No hay dudas, es el mejor'.
El palenquero fue campeón mundial welter junior (140 libras) durante 6 años, 4 meses y 16 días, divididos en dos etapas, entre 1972 y 1976 y 1977 y 1980. Realizó 21 combates mundialistas, ganando 18 y perdiendo apenas 3, el primero aún sin iniciar reinado y cuando era desconocido.
Las peleas mundiales eran por lo general en casa de sus rivales o en Panamá (lo hizo cinco veces), donde el público estaba en su contra porque no le perdonaba que hubiera destronado a 'Peppermint' Frazer. Fue elegido por la Asociación Mundial de Boxeo (AMB) como el mejor púgil de 1973, por sus cinco defensas en la temporada, y la prensa de los cinco continentes lo eligió como el mejor en toda la historia en las 140 libras hasta en aquel entonces.
Y hay algo más: 'Pambelé', que ingresó al Salón de la Fama en 1998, le enseñó a ganar a este país, que hasta entonces vivía, por lo general, de 'victorias morales'. Con el 'Pambe', Colombia, como no ha ocurrido jamás con otro deportista, trasnochaba o amanecía a sabiendas de que el triunfo era seguro.
Rentería, el mejor de la historia
Soy 'pambelista' de tiempo completo y hace poco, en estas mismas páginas escribí que Édgar Rentería se acercaba a su sitial. Ahora, estoy seguro, de que el beisbolista barranquillero superó con creces al palenquero como el número uno de los atletas colombianos en todos los tiempos.
No es cuestión de la emotividad del momento. Son cifras, registros, hazañas y su batazo de tres carreras, que significó a Gigantes de San Francisco la conquista del título en la Serie Mundial y a él, el trofeo del 'Pelotero más valioso'. Algo así, para aquellos fanáticos del fútbol, como si un colombiano condujera a la Selección de mayores de balompié al título en la Copa Mundo de Sudáfrica y resultara elegido como el mejor jugador del torneo.
Rentería completó 15 años en Grandes Ligas y 12 de ellos han sido totalmente exitosos en la temporada regular, tanto que sus méritos le dan para haber sido premiado como el mejor deportista colombiano en, por lo menos, ocho años (ha ganado dos), sólo que el país deportivo, incluyendo la prensa, ignora sobre el béisbol.
Ha ganado dos Guantes de Oro (la mejor defensa como paracortos) y tres Bates de Plata (la mejor ofensiva), estableció marcas en todos los tiempos para clubes como Cardenales de San Luis y Bravos de Atlanta y para la misma Liga Nacional, participó en cinco Juegos de Estrellas, y sus promedios ofensivos le han permitido en ocasiones liderar el bateo en todas las Ligas Mayores.
Además, su .333 en Series Mundiales es uno de los 10 más altos promedios de bateo en más de 100 años de la competencia para jugadores con al menos 60 turnos ofensivos y apenas el quinto torpedero en llevarse el trofeo al más valioso en el 'Clásico de otoño'.
Ahora, con su cuadrangular definitivo en una temporada regular mala para él por sus lesiones, se convirtió en el cuarto pelotero de la historia en llevar a su equipo dos veces a ganar un anillo de la Serie Mundial, después de Lou Gehrig, Yogi Berra y Joe Dimaggio, todos miembros del Salón de la Fama e integrantes del mejor equipo de béisbol de la historia, Yankees de Nueva York, de antes de mitad del siglo pasado.
¿Quién iba a pensar que, cuando 'Pambelé' conmemoraba las bodas de plata de su conquista mundial, el 28 de octubre de 1997, ese sencillo barranquillero llamado Édgar Rentería, aclamado en Miami ese día en el desfile campeonil de los Marlins, no sólo celebraba su batazo oportuno, sino que ponía el primer bloque de su edificante carrera para superar al guerrero palenquero?
Antonio Cervantes 'Kid Pambelé'
Nació en San Basilio de Palenque, Bolívar, el 23 de diciembre de 1945, para convertirse en boxeador y consagrarse, en dos ocasiones, campeón mundial del peso welter junior, de 140 libras.
El primer título lo obtuvo el 28 de octubre de 1972, al vencer al boxeador panameño Alfonso 'Peppermint' Frazer. El segundo en 1977 frente al argentino Carlos María Jiménez. En octubre de 1998 fue incluido en el Salón de la Fama del Boxeo.
ESTÉWIL QUESADA F.
Redactor EL TIEMPO
Barranquilla
Redactor EL TIEMPO
Barranquilla
F eltiempo.com
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